El 20 de noviembre de 1845 se perdió el combate
de la Vuelta de Obligado, sin embargo, producto del heroísmo con que se
defendió el territorio, aquel día fue declarado por Ley (en 1974) como el Día
de la Soberanía Nacional.
¿Qué sucedió en la Vuelta de Obligado?
En lo que hoy es la localidad de
San Pedro, a casi 200 km de Capital Federal, el río Paraná se angosta y hace
una curva en forma de "S" que dificulta la navegación. En ese sitio,
en 1845, las tropas comandadas por Lucio N Mansilla junto con criollos,
gauchos, indios, mulatos y mujeres, trataron de impedir que los recién
estrenados barcos a vapor de Gran Bretaña y Francia, las dos más grandes
potencias económicas, políticas y bélicas de la época, avanzaran sobre el
territorio nacional.
En 1845 el Estado nacional argentino estaba en construcción. Juan Manuel de Rosas era gobernador de Buenos Aires y encargado de las relaciones exteriores de la entonces Confederación Argentina. La lucha interna entre unitarios y federales sobre cómo organizar el país estaba candente, sobre todo entre correntinos, entrerrianos, santafecinos. Gran Bretaña y Francia querían establecer relaciones comerciales directas con esas provincias sin pasar por Buenos Aires ni reconocer la autoridad de Juan Manuel de Rosas.
Las potencias nos rodean
Francia, Inglaterra y Buenos Aires tenían constantes
conflictos diplomáticos. Las potencias presionaban a Juan Manuel de Rosas para
que pusiera fin a la guerra con la Banda Oriental (hoy Uruguay) y quitara las
trabas al libre comercio y sus medidas aduaneras que protegían los
productos nacionales. Obteniendo la libre navegación de los ríos, los europeos
podrían recorrer sin problemas por el río Paraná y apoyar a Corrientes,
provincia opositora al gobierno de Rosas. Esto permitiría que la acorralada
Montevideo pudiera comerciar tanto con Paraguay como con las provincias del
litoral.
La intervención anglo-francesa, tenía motivos económicos.
Ellos deseaban expandir sus mercados utilizando sus
nuevos barcos de guerra a vapor (ya no a vela) que les permitían internarse en
los ríos interiores sin depender de los vientos. Y para eso necesitaban
intervenir en el conflicto armado entre la Argentina y Uruguay, a favor de los
orientales. También independizar Corrientes, Entre Ríos y Misiones formando un
nuevo país, la 'República de la Mesopotamia', que haría del Paraná un río
internacional de navegación libre.
El 20 de noviembre de 1845
En esa curva donde el río se angosta, las tropas comandadas por el general Lucio N. Mansilla, encargado de la defensa del territorio nacional, tendieron tres gruesas cadenas, de costa a costa, sostenidas sobre 24 barcaza para cerrar el paso. Sabiendo que era casi imposible combatir a los invasores debido a superioridad bélica y tecnológica, la estrategia se fundó en provocarles la mayor cantidad daños posibles en sus barcos de guerra y en los mercantes, y provocar bajas en soldados y marineros, durante el tiempo en que tardaran en cortar las cadenas.
Los agresores, que creyeron no iban a tener inconvenientes al pasar, finalmente lograron avanzar, dejando un número de bajas en las tropas nacionales diez veces mayor. Si bien lograron cortar las cadenas, se encontraron con nuevos ataques en San Lorenzo y Tonelero, que si bien no les generaron daños significativos, les obligaron a vivenciar la hostilidad de la defensa nacional.
Tras la derrota en Vuelta de Obligado, la expectativa comercial para Francia y Gran Bretaña no fue lo que esperaban y regresaron sin cumplir el objetivo mercantil. Los ingleses levantaron el bloqueo en 1847, mientras que los franceses lo hicieron al año siguiente.