El 9 de julio de 1816 fue un día
histórico para Argentina, ya que el Congreso de Tucumán declaró formalmente la
independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata con respecto a la
monarquía española.
Este evento marcó la ruptura definitiva
de los vínculos de dependencia política con España y fue un punto culminante
del proceso revolucionario iniciado con la Revolución de Mayo en 1810.
La declaración se realizó en la Casa de
Tucumán, ubicada en la ciudad de San Miguel de Tucumán, donde sesionaba la
asamblea. Diez días después, el mismo Congreso renunció también a toda otra
dominación extranjera.
El acto fue el resultado de arduas
discusiones y representó la voluntad de las Provincias Unidas de convertirse en
una nación libre e independiente.