martes, 29 de marzo de 2022

Las Islas Malvinas: Su Fauna

 

La fauna de las islas Malvinas no es de enorme variedad, ya que se concentra principalmente en las áreas de costa. Allí cetáceos como ballenas, delfines y orcas, y pinnípedos como focas, leones, elefantes y lobos marinos hacen de las zonas costeras del archipiélago su hogar.

También hay gran abundancia de moluscos, krill, medusas, crustáceos y fauna ictícola, como ostras y almejas; así como gran variedad de peces, como el pámpano, la polacra, la merluza de cola, el abadejo, el pez raya o la brótola del sur.

En cuanto a las aves destacan, de las no voladoras, los pingüinos, de hasta cuatro especies diferentes, como el pingüino de penachos amarillos. En cuanto a las aves voladoras existe una gran variedad: gaviotas, avutardas, cormoranes, caranchos, palomas, petreles, patos y gansos.

Los mamíferos terrestres no destacan en estas islas. Los únicos reconocidos como autóctonos de la región, subespecies de cánidos, como el zorro de las Malvinas o guará, se extinguieron durante la segunda mitad del siglo XIX tras considerarlos plaga para la ganadería de aquel entonces.


 

Estos son algunos de los animales de las islas Malvinas más representativos:

Carancho negro (Phalcoboenus australis)

El carancho negro habita únicamente en el extremo austral de América del Sur. Es un ave de alrededor de 60 centímetros y un peso de algo más de 1 kilo. En cuanto a sus colores, son prácticamente castaños por todo el cuerpo, a excepción del pecho, vientre y garganta, donde lucen líneas de colores blanquecinos.


De carácter agresivo y voraz, se trata de un ave carroñera que acecha las colonias de pingüinos. No obstante, además de buscar carroña, también es común verle atacando ovejas de poca edad o que muestran alguna discapacidad, así como pichones de pingüinos.

Pingüino de penacho amarillo (Eudyptes chrysocome)

Aunque el pingüino de penacho amarillo es básicamente blanco y negro, luce unas plumas amarillas en las cejas sobre sus ojos rojos, lo que le da esa apariencia tan especial. Su peso oscila los 3 kilos y los 55 centímetros de longitud, convirtiéndole en el más pequeño de los pingüinos crestados.


De comportamiento social, esta especie vive emparejada y se alimenta de krill, pescados, moluscos, plancton y crustáceos. No obstante, su población está catalogada como vulnerable debido al descenso de hasta un 24% en el número de ejemplares en los últimos 30 años.

Por último, se debe destacar que las islas Malvinas no son solo el hogar de esta especie de pingüinos, sino que aquí también conviven otras especies como el pingüino papúa, pingüino real y pingüino magallánico, las cuales llegan a crear enormes colonias de hasta más de 10.000 individuos.

Págalo pardo o skúa grande (Stercorarius skua)

El págalo pardo o skúa grande destaca, en primer lugar, por su enorme tamaño, alrededor de 1,5 kg de peso, 1,5 metros de envergadura y casi 60 cm de longitud. En cuanto a sus colores, es básicamente marrón oscuro y con un pico gris y ganchudo.


Se caracteriza también por su agresividad y oportunismo. El págalo pardo es un gran depredador de vuelo lento que se alimenta de peces y especímenes de otras especies de aves marinas de corta edad. Asimismo, aprovecha la oportunidad siempre que le es posible para robar las presas a otras aves.

Casi toda su vida se la pasa en alta mar, aprovechando el asentamiento en tierra solo en época de cría. Un dato curioso es que en esta época podemos escucharlos emitir un sonido parecido a un ladrido, durante el resto de las épocas es muy silencioso.

 Ballena franca austral (Eubalaena australis)

La ballena franca austral, común del hemisferio sur, concretamente en los océanos Atlántico, Pacífico Sur e Índico Sur, es un descomunal cetáceo de aproximadamente 15 metros de longitud y 40 toneladas de peso que se alimenta básicamente de krill.

 Un rasgo físico particular de la especie se centra en la presencia de callosidades en su cabeza. Además, como dato curioso, los machos de ballena franca austral tienen los órganos sexuales de mayor tamaño en comparación a todo el reino animal, pudiendo llegar a pesar 525 kilos cada uno.


Desgraciadamente, como muchas otras especies de cetáceos, esta ballena barbuda se encuentra en peligro de extinción como causa de la caza indiscriminada y su vulnerabilidad: nado lento y gran tamaño.


 Esta ballena no es la única que podemos encontrar en las aguas que rodean estas islas, sino que también coexisten otras especies como la ballena azul, la ballena jorobada, la ballena boba o rorcual del norte, e incluso las orcas.


lunes, 28 de marzo de 2022

Las Islas Malvinas: Su Geografía

 


Malvinas: Características del ambiente geográfico. Descripción general. El terreno

GEOLOGÍA:

El grupo de islas que constituyen el archipiélago malvinense, representan la continuidad del área continental argentina, cuya separación se produce por fracturación y debido a la acción posterior del glaciarismo.

Los hielos ocuparon y rodearon el espacio entre las islas y el continente, de tal forma que ahondaron en mayor medida la separación entre las orillas continentales e insulares, hasta lograr la ubicación geográfica actual.

Desde el punto de vista geológico existe una continuidad estatigráfica con el continente, o mejor dicho, entre el macizo patagónico y las islas. Las rocas más antiguas del basamento cristalino, de gran dureza, afloran en el Cabo MEREDITH, costa sur de la isla GRAN MALVINA, y tienen una conexión con los afloramientos de igual edad de BAHÍA LAURA, en el territorio de SANTA CRUZ. Estos son atribuidos al macizo primitivo. En este caso nos hallamos ante la indicación de que existió un macizo patagónico precámbrico que comprendía el archipiélago malvinense.

En términos generales, se puede admitir que esa vinculación con el macizo patagónico se extiende hacia el Este y Sudeste, en regiones hoy cubiertas por el mar, donde se levantan las ISLAS MALVINAS.

Con posterioridad, los terrenos de origen paleozoico se hallan representados tanto en la isla SOLEDAD como en GRAN MALVINAS y tendrían la vinculación paleogeográfica y estratigráfica con aquellas ubicadas en la SIERRADELAS TUNAS y PILLAHUNICÓ en la provincia de Buenos Aires.

Luego faltan en las islas series estratigráficas más modernas, que en la PATAGONIA constituyen formaciones de gran extensión y espesor. Por ello, se ha de admitir que el área de las MALVINAS ha tenido, en esos tiempos, un desarrollo independiente respecto del continente.

Las características geológicas de las islas es la que a continuación de detalla:


RASGOS DEL RELIEVE:

La característica dominante en el paisaje de las MALVINAS es la presencia de formas onduladas suaves, con predominio de sierras chatas y de escasa altura, que recorren las islas a lo largo de un eje latitudinal. Esto determina que estamos en presencia de un relieve maduro, donde el punto culminante apenas llega a los 700 metros, en las serranías septentrionales de la isla GRAN MALVINA.

La topografía de las islas presenta pendientes suaves, y las ondulaciones de las lomadas carecen de cresteríos y rugosidades.

El relieve de montaña o serranías se desarrolla, entonces, a lo largo de una línea, que atraviesa de Este a Oeste la parte septentrional de las dos islas principales.

Un perfil del relieve es el que a continuación se detalla:

RELIEVE DE LA ISLA SOLEDAD:

En la isla SOLEDAD u ORIENTAL, las serranías se extienden de Este a Oeste, desde la costa misma de PUERTO ARGENTINO, en una longitud de 7,5  Km hasta el monte ALBERDI (OSBORNE), donde tuerce al Noroeste hasta alcanzar el estrecho de SAN CARLOS, canal que la separa en sentido Noreste – Suroeste de la GRAN MALVINA.

Esta línea definida de sierras lleva el nombre de ALTURAS DE RIVADAVIA (ex WICKHAM), donde en su parte central se encuentra el cerro homónimo de 605 m, el ya citado monte ALBERDI, que alcanza 685 m y otros de más de 400 metros.

Hacia el Norte de dicha línea, partiendo de la península de SAN LUIS, se desarrollan una serie de cerros aislados, que se levantan hasta la misma línea de costa. Las alturas relativamente bajas se hallan entre 150 y 300 metros.

En las inmediaciones de PUERTO ARGENTINO se levanta una serie de cerros, que, fundamentalmente, enmarcan a la ciudad, y cuya altura oscila entre 200 y 300 metros.

A poco más de 6,5 Km por el Oeste se ubica el cerro de la SILLA de 327 m. A unos 13 Km de éste, y aproximadamente a 20 Km de la capital malvinense, el cerro KENT, con sus 458 m de altura, domina el espacio geográfico a las puertas de la ciudad. Al Norte del cerro KENT se localiza el cerro VERNET, de 372 metros.

En el extremo Oeste de las alturas de RIVADAVIA y al Norte de Puerto SUSSEX, en la península FEDERAL, y aún más al Norte de Puerto SAN CARLOS, existen varios cerros, entre los que se destacan los ubicados en el RINCÓN DE LOS TRES PICOS, que llegan a los 230 metros.

RELIEVE DE LA ISLA GRAN MALVINA:

La isla GRAN MALVINA presenta caracteres generales análogos a los de la SOLEDAD, aunque la altura media del relieve de planicie es algo mayor, al igual que el punto culminante de las montañas.

La línea serrana, que tiene en general la misma característica ya descripta para su gemela SOLEDAD, presenta algunos matices particulares. Las líneas serranas que parten del interior llegan hacia la costa, continuándose en las islas e islotes que la rodean, o aun son paralelas a la línea principal, terminando en acantilados muy abruptos.

El grupo principal de serranías, que aparece como una prolongación de la ya mencionada para la isla SOLEDAD, se inicia en el monte INDEPENDENCIA, de 698 metros y es, a su vez, el punto culminante del archipiélago. Este se ubica en el centro Norte de la isla, hacia el Oeste. A unos 11 Km se encuentra el monte BEAUFORT de 480 metros. En la misma dirección, el sistema penetra en la península NAVIDAD y luego se prolonga en la isla REMOLINOS.

Hacia el Este, la línea serrana cambia su dirección avanzando a partir del monte MARÍA, 669 metros en diagonal con sentido Noreste – Sudoeste, hasta culminar en PUERTO HOWARD, a orillas del estrecho de SAN CARLOS, muy cerca del monte MOODY.

Desde el punto de vista geológico también se nota una diferencia, ya que junto a las formaciones de cuarcitas, también se hallan pizarras y areniscas de formación devónica, que forman invariablemente las alturas y montañas.


viernes, 25 de marzo de 2022

Las Islas Malvinas: Su Clima y Toponimia

Dada su ubicación y carácter insular el clima es frío, húmedo y netamente oceánico.        El clima es muy inestable con una serie de temporales de vientos impetuosos y fríos, intermitentes lloviznas, granizo, nieve y escarchas nocturnas de tres o cuatros días de duración. Luego de una leve mejoría comienza el ciclo nuevamente.

Precipitaciones: regulares a lo largo del año. Máximo: 700 mm anuales. Disminuyen hacia el este y el sur de Puerto Argentino.


Climograma de las Islas Malvinas


Vientos

Los vientos dominantes provienen de los cuadrantes ubicados entre los sectores Suroeste a Noroeste, predomina la dirección Noroeste

Velocidad media: entre 20 y 60 km/h. Máxima 130 km/h


Temperaturas

La influencia oceánica regula las temperaturas, determinando que los inviernos sean más suaves y los veranos más frescos. La temperatura media anual alcanza los 6,2ºC, tanto que la media de invierno es de 2,5ºCy la de verano de 9,8ºC.

Los meses más fríos del año son junio, julio y agosto, época en que la temperatura media mensual mínima es de -6º C, mientras que la media máxima no supera los 8º C.

Características y toponimia de las Islas Malvinas.

Nota Importante: Entiéndase por Toponimia  

1. Estudio del origen y el significado de los nombres propios de los lugares.

2Conjunto de los nombres propios de un territorio o de un lugar.


Fuente: Instituto Geográfico Nacional República Argentina.


miércoles, 23 de marzo de 2022

24 de Marzo: Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

 


El Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia es el día en el que se conmemora en Argentina a las víctimas de la última dictadura militar, autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional», que usurpó el gobierno del Estado nacional argentino entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983.



El objetivo es construir colectivamente una jornada de reflexión y análisis crítico de la historia reciente. En las escuelas se propone como un día para que los niños y los jóvenes, junto con los directivos, docentes y todos los integrantes de la comunidad educativa y local comprendan los alcances de las graves consecuencias económicas, sociales y políticas de la última dictadura militar y se comprometan activamente en la defensa de la vigencia de los derechos y las garantías establecidos por la Constitución Nacional, y del régimen político democrático.

La fecha fue establecida en el año 2002 por Ley de la Nación 25.633, cuyo artículo 1º establece: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976.

Si querés saber Más de una Abuela:



Si querés saber Más de una Madre:


Si querés saber Más de una Nieta:





martes, 8 de marzo de 2022

Ocho de Marzo: El Día Internacional de la Mujer

La Escuela 14 D.E. 8 y la Biblioteca Joaquín V. Gonzalez, celebramos este día especial para la Mujer.



A continuación te presentamos A: 

La científica argentina reconocida en el mundo que explica en sus redes las causas del cambio climático


Carolina Vera es científica, investigadora y profesora. La curiosidad y el conocimiento la acompañaron durante sus años de estudiante, su trabajo de laboratorio y hasta en las aulas donde se para como docente. Hoy se muestra activa en las redes sociales para darle a los ciudadanos datos científicos con un lenguaje preciso y coloquial. Y lo hace sobre un tema que cada día se vuelve más vital: explica qué es el cambio climático, qué impacto tiene en nuestro ambiente y qué medidas hay que tomar para evitar que se agrave la situación. Ella, que es una referente mundial en el tema, asegura que explicarle a todos lo que ella estudia es "un deber".


Profesora e investigadora en el Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera (CIMA-CONICET), la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires y en el Instituto Franco-Argentino sobre estudios de Clima y sus Impactos, Vera es una de las mujeres científicas argentinas más destacadas a nivel internacional en lo que a ciencia del cambio climático respecta. De hecho, es la vicepresidenta del Grupo de Trabajo 1 del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en Inglés), un grupo que reúne a los científicos de todo el mundo que son referentes en la temática. En ese grupo, Vera representa a América Latina.  


De todo lo que abarca la problemática del cambio climático, como doctora en Ciencias de la Atmósfera, Vera ha formado una experiencia en investigación sobre variabilidad y cambio del clima. ¿Qué la llevó a elegir esta profesión tan particular? La respuesta se remonta a su San Nicolás de los Arroyos natal, en la provincia de Buenos Aires. El tiempo vivido ahí la conectó con algo que siempre estuvo presente en el Este de Argentina y que hoy incrementó su frecuencia: las tormentas.


“A diferencia de otras personas, mi mamá era muy observadora. Observaba las plantas, los animales y, especialmente, el cielo. Siempre miró para arriba, cuando se aproximaban las nubes, cuando cambiaban algunas condiciones. Me quedó eso dando vuelta en la cabeza hasta que me senté en el secundario a decidir qué iba a estudiar en la universidad. Me gustaba todo, pero fui hacia las ciencias exactas y especialmente la meteorología”.

La inspiración de su madre la llevó a involucrarse en un ámbito donde las mujeres debían sortear más desafíos para obtener las mismas oportunidades que los hombres. “En Exactas, desde que yo estudiaba había una buena proporción de mujeres, a diferencia de otras facultades”, recuerda Vera y reconoce: “Pero después, en el trabajo, por ejemplo, iba a reuniones donde todos los directores de los Servicios Meteorológicos de América Latina eran hombres y yo la única mujer, más allá de las secretarias. De ese tipo de reuniones tuve miles”.

 Vera hizo de esa motivación inicial el argumento perfecto para su charla TEDx Río de la Plata titulada “Mañana… ¿va a llover?”. Ahí muestra, suelta y muy expresiva, el aporte contundente de su trabajo. Esa exposición fue grabada y subida a You Tube.

 El video de 15 minutos que ya fue visto por 17 mil personas:


“Me crie viendo que las lluvias eran más intensas y frecuentes. He cruzado caminos con el agua hasta la cintura, pero siendo chica no me daba miedo. Fue en 2009 que tuve que participar de un congreso en Australia y nos advirtieron que habría una ola de calor. Con una becaria nos fuimos a caminar por un recorrido sin sombra. Una pareja apareció en un auto y nos preguntó qué hacíamos caminando cuando hacía 47 grados centígrados de temperatura. Nos alcanzaron hasta la estación de tren”, recuerda como anécdota. 

 Ese vínculo constante con el mundo natural a través de la ciencia, la ha conectado desde el 2012 con otra de sus actuales pasiones, que ella misma define como “su hobby más importante”: la fotografía. “En mi cuenta de Instagram tengo sólo fotos artísticas. La fotografía documental me complementa, me permite tener otra mirada sobre lo que está pasando en el mundo. Antes tomaba fotos de paisajes, ahora si no hay una persona, no me atrae. Estoy generando distintos proyectos fotográficos y seguramente pronto uno de ellos esté vinculado con cambio climático. Pero ya sé que no será lo típico de mostrar un glaciar que se cae, sino algo con lo cual yo me pueda involucrar personalmente y que yo pueda contar”.

 ¿Una científica activa en redes sociales? Perfectamente podría ser una descripción en su portal. Vera no sólo muestra su perspectiva de la naturaleza a través de fotografías en Instagram, sino que se destaca por su constante participación en Twitter informando sobre variabilidad y cambio climático. Lejos de ser azaroso, hay una decisión detrás de esta tarea.

 “Me preocupa la comunicación del conocimiento científico para llegar a la gente”, reconoce Vera y agrega: “Twitter nos da la posibilidad de hacerlo en forma directa. Mientras que el área del clima siempre estuvo más expuesta en los medios por los pronósticos diarios, otras áreas de la ciencia estaban menos acostumbradas a interactuar con la gente. Hoy las redes sociales nos ayudan. Considero comunicar en ellas lo que investigo como algo más de mi trabajo. De hecho, un investigador decía que deberíamos comprometer un 20% de nuestro tiempo en hacer eso. ¿Por qué? Porque hoy no se puede hacer ciencia si no le explicas al mundo para qué lo estás haciendo. Es nuestra responsabilidad”.

 

Conocedora del mundo y de su clima, el mate bajo el brazo sigue siendo su mejor compañía allí donde vaya, y la Patagonia argentina su lugar favorito de la Tierra. El esquí con su marido es la actividad que la desconecta de la rutina, pero nunca la deja de vincular con esa naturaleza que busca preservar a través de su trabajo diario. “La montaña me emociona”, asegura. Sus dos hijos continuaron ese legado de sentirse apasionados por lo que decidan ser como profesionales, pero siempre con foco en la motivación social y el cuidado ambiental.

 Vera lee noticias sobre cambio climático, pero también reconoce el efecto de saturación ante tanta información sobre ese tema, sobre ciencia, sobre el mundo, sobre el país. Allí es donde la novela de ficción aparece como su escape perfecto.

 Ella más que nadie sabe que los efectos del cambio climático no son parte de ninguna ficción, sino de la realidad y de allí la importancia de su labor cotidiana con perspectiva de científica, de argentina y de mujer. “Mi directora de tesis, Eugenia Kalnay, me hizo feminista. Hasta que no interactué con ella, no era consciente de la diferencia de género. Ella fue mi mentora, fue ver el referente de a dónde uno podía llegar, aún siendo mujer. Ser investigadora tiene algo muy claro: la curiosidad, hay que explorar y comprender cosas nuevas, hay que estudiar mucho, es una actividad sacrificada, pero trae múltiples satisfacciones. Así como la red de mujeres que hoy guía al feminismo, en las ciencias del clima hemos hecho red naturalmente siempre: apoyándonos entre científicas”. 

Una pequeña entrevista. 

Nombre: Carolina Susana Vera

Edad: 56

Profesión: Profesora e investigadora

Sector en el que trabaja: Académico y científico

Lugar de nacimiento: San Nicolás de los Arroyos, provincia de Buenos Aires

Lugar en el que desarrolla su actividad: alrededor del mundo

 1. ¿Cuál es tu motor interior, qué te inspira a hacer lo que hacés?

La curiosidad y la motivación social. Curiosidad porque hay un montón de temas que son útiles, pero hay algunos que puntualmente me despiertan interés: la variabilidad climática; los fenómenos; cómo impactan; cómo se vinculan con la vegetación, los ecosistemas o los seres humanos. Esos son temas que me parecen mucho más apasionante. Motivación social para poder aportar a generar un mundo socialmente justo y ambientalmente sustentable.

 2. ¿Qué te hace feliz?

¡Muchas cosas! ¿Una sola tengo que decir? Creo que me hace feliz vivir ciertos momentos y darme cuenta de que ese es un instante sobre el cual yo luego voy a decir “es un momento feliz”. Algunos ejemplos: tomar mate al lado de un río en Patagonia, disfrutar la hora del atardecer, pasar momentos en la naturaleza con la gente que yo quiero. Soy más feliz en contacto con un río, una montaña, el mate, mi familia y mis amigos. 

 3. ¿Qué cosa no te deja dormir?

La injusticia social me mata. No me deja dormir que no vivamos en una sociedad más justa. Es algo que me duele.

 4. ¿Qué te gustaría cambiar del mundo?

Eso, junto con lo mencionado anteriormente: que seamos socialmente justos y ambientalmente sustentables. Porque no creo que una cosa pueda hacerse sin la otra. Hoy, por lo menos, no es posible, van de la mano. El gran desafío del momento es que la transición hacia un desarrollo sustentable sea justa e integrada. No podemos atacar el cambio climático sin pensar en, por ejemplo, la degradación de suelos, la pobreza, la seguridad alimentaria, la cuestión energética… Todo está conectado. Por eso se necesita más conocimiento integrado.

 5. Cuando eras chica, ¿Qué querías ser de grande?

¡De todo! Pero siempre quise investigar. Tenía un juego de química y ciertas cosas con las que no todas las nenas jugaban en mi época. Creo que en el fondo siempre quise investigar. Me gustaba saber, conocer, entender. Me gusta este tema y siempre me gustó por algo adicional: la connotación social. No hubiera podido hacer, por ejemplo, física teórica.